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martes, 17 de abril de 2018

Abril2018/Miscelánea. LAS TRES ERRES DE LA ECOLOGÍA: REDUCIR, REUTILIZAR Y RECICLAR.

Punto de partida (a)
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Punto de llegada (b)
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LAS TRES ERRES DE LA ECOLOGÍA
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REDUCIR
REUTILIZAR
Y
RECICLAR
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De entrada tengo que manifestar mi culpabilidad por no haber cumplido estos tres simples principios ecológicos. Tan fáciles de seguir, tan sencillos de memorizar y tan elementales para normalizar. La explicación del desastre ecológico que soy, tiene que ver con el punto de partida o punto (a). Partamos del puchero, del simple puchero, y veamos cómo funcionaba nuestro sistema ecológico en los años 50 del siglo pasado.
 Teníamos este puchero de la foto que aún conservo en mi casa, ahora como objeto decorativo, para toda la familia que alcanzaba el número de seis hermanos. En efecto (mea culpa) no pudimos REDUCIR este puchero que mi madre llenaba de patatas  y coles aunque, algún día, entraba algún trozo de carne…
En el segundo punto fuimos escrupulosos. REUTILIZAR, eso sí que lo hicimos bien. Cuidábamos el puchero como oro en paño y como bien puede verse, cuando empezó a esquebrajarse, lo llevamos al gafador para que le pusiera los alambres que hacen de sujeción. Aquí, sí cumplimos con la segunda erre ecológica y de tal asunto me siento tremendamente orgulloso.
En tercer lugar viene el RECICLAR y, en este tercer punto, también fallamos (mea culpa otra vez). Nunca pudimos reciclar el puchero porque el puchero sigue existiendo como ya he señalado anteriormente. La verdad, ganas me han dado alguna vez de romperlo (¡d´estampalo!) para aproximarme a las tres famosas erres pero, tras tantos años juntos le he cogido cariño.
De tres erres he fallado dos y me temo que, por ello, nunca me darán un Máster en reciclado. ¡Lástima!, con la ilusión que me hacía tener un Máster como la Cifuentes.
Pero, finalmente hemos llegado al punto (b) o punto de llegada. Algo hemos debido hacer mal para tener que comprender y poner en práctica este galimatías. Pero, en fin, debe ser que somos ricos y hacemos estas cosas de consumir sin necesidad, de usar y tirar y, todo lo que ustedes ya saben. Bueno, a mí, el cuadro este del final (b) no me entra en la cabeza. Será, seguro, porque estoy muy anticuado. Ya ven, toda la vida he sido de PUCHERO.
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