Es una monumental portada neoclásica dividida en dos tramos.
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LOS DESASTRES DE LA GUERRA (CIVIL)
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Hay en la provincia de Teruel muchos
vestigios de la Guerra Civil (36-39), otra cosa es, que algunos de ellos no se
quieran ver. Ahora tenemos día sí y día también, las famosas trincheras. Como
ya hemos comentado alguna vez, el ejército de la república atacó Teruel el 15
de diciembre de 1937. Intencionadamente evitaron progresar por el Jiloca, valle
amplio por donde habrían circulado a su placer los tanques rusos y, por el
contrario, progresaron por el valle del río Alfambra, al final una ratonera.
Digo intencionadamente porque mi padre que estaba de Guardia de Asalto en Barcelona
se lo trajeron a Teruel pues, al ser natural de Tortajada, conocía bien el
terreno. Entró con el primer tanque en Alfambra. Una vez ocupado el valle
hicieron trincheras, particularmente en el borde que da al Jiloca. El objetivo
era resistir. Sabían que Franco vendría pronto, dado batalla.
Las trincheras han estado decenas de
año abandonadas, se las consideraba construcciones sin ningún valor… Pero, hete
aquí, que de buenas a primeras han pasado a desempeñar, como la fosas de los
fusilados, el primer plano de actualidad. Las trincheras son: Objeto de Interés
Político (OIP). A tal efecto no faltará dinero en los presupuestos para su
reparación. ¿Qué representan las trincheras? Pues, la incapacidad de la República
de ganar la Guerra Civil (36-39). Le pasó al coronel Domingo Rey, se encastilló
y perdió Teruel. Los republicanos se atrincheraron y perdieron, Alfambra y Teruel.
Los vestigios de la guerra que
traemos aquí hoy no son de 1937, sino que son un poco anteriores y un poco
posteriores. En el año 1936 desde el 18 de julio hasta el 1 de octubre tiene
lugar la toma de posiciones de ambos bandos. La mayor parte de la provincia de
Teruel fue ocupada por las milicias anarcosindicalistas llegadas de Cataluña. Como
a muchos pueblos, llegaron también a Martín del Río. Tenían como norma
establecer el comunismo libertario, para ello se mataba a los ricos, a los
curas, y en general a los llamados fascistas. Una vez hecha esta operación se
procedía a tomar posesión de todas las propiedades colectivizadas tras quemar los archivos. Un edificio
que les llamaba mucho la atención eran las iglesias. Por su tamaño, podían
servir de almacén, de cine, de salón de actos, también para los mítines
políticos, etc., etc.
Con la iglesia lo primero que se
hacía era sustraer los bienes de culto que tuvieran valor (copas, cruces,
custodias…), y luego, quemar todos los retablos y todo el mobiliario accesorio
en una gran hoguera.
La iglesia de Martín del Río, a la
que acaban de ponerle nuevo el tejado, sufrió dos partes. Primero el desmantelamiento
de 1936, y después de 1939, el hundimiento total. Tenía, al parecer cúpula en
el crucero que ya no se ha vuelto a levantar.
Presentamos hoy la portada de la
iglesia de la Sunción de Martín del Río.
Muchos soldados, a manera de
diversión, jugaban a disparar a las figuras sagradas a las que por ser tallas
de piedra y estar en lugares elevados no podían alcanzar fácilmente. De esta
forma vemos que a San Martín y al pobre que le acompaña les falta la cabeza, a
Santa Lucía y Santa Bárbara una mano, al diablo que está a los pies de San
Miguel la cabeza…
La portada es de gran belleza y una
expresión del estilo neoclásico, no muy abundante en la provincia. Recuperar
esta portada es un deber de turolenses. Para unos, por su interés artístico,
para otros, por su interés religioso y, finalmente, para todos por su amor a la tierra y a su historia.
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En el primer tramos apreciamos las columnas estriadas y sobre ellas el capitel de estilo corintio. El segundo tramo presenta frontón partido y sobre él la figura de San Martín a caballo con un pobre al que da su capa, al lado.
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Sobre la portada un arco mixtilíneo que acoge una hornacina con San Miguel. Mantiene la simetrías con dos óculos a los lados del ángel.
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Detalle de columna estriada y capitel corintio .
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Detalles abarrocados sobre la puerta.
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Decoración neoclásica.
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San Martín (decapitado en el 36 por los republicanos) entrega su capa a un pobre (también decapitado) entre Santa Lucía (sin mano izquierda) y Santa Bárbara (sin mano derecha).
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Detalle de San Martín y el pobre decapitados por las fuerzas anarcosindicalistas que ocuparon esta zona en la pasada Guerra Civil (36-39)
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San Miguel y el demonio, también muy dañado por la guerra.
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Placa de los caídos (franquistas) en la pasada Guerra Civil (36-39), borrada.
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