EL ESPECTÁCULO DE LA MENDICIDAD
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El Estado ofrece y se organiza
entorno a diferentes tipos de servicios, por ejemplo, la educación, la sanidad…
También existe dentro del Estado los llamados: SERVICIOS SOCIALES.
El Estado ha creado los servicios
sociales, con el objetivo esencial de
mejorar la calidad de vida de las personas en todas las etapas de su vida.
Dicho de otra manera, los servicios sociales se dedican a prevenir, paliar o
corregir desajustes entre lo que las personas son capaces de hacer
autónomamente en la vida cotidiana y las redes familiares o comunitarias a las
que pertenecen y que les dan apoyo.
Lo dice el artículo primero (1) de la
Constitución Española.- España se constituye en un Estado SOCIAL y democrático de derecho… Atendiendo pues, a
este enunciado, el Estado debe ocuparse de la calidad de vida de todos los
ciudadanos.
El Estado actúa, unas veces por sí
mismo y otras en colaboración con entidades privadas, las llamadas ONGS.
Recordar que hasta el Ayuntamiento es Estado y que los Ayuntamientos tienen, todos,
sus departamentos de SERVICIOS SOCIALES.
¿Por que la mendicidad en la calle?
Cualquier persona en España tiene garantizadas las necesidades fundamentales:
casa, comida, vestido, educación, asistencia sanitaria… Colaboran con el Estado
instituciones como “El Banco de Alimentos”, Cáritas, Fundaciones y un largo etcétera de
ONGS. Pero a pesar de todo esto, de los comedores gratuitos, de los albergues,
algunas personas piden dinero en las puertas de los supermercados o de las
iglesias y, duermen, en los vestíbulos donde los bancos tienen instalados los
cajeros automáticos.
Muchos ya lo saben, se trata de personas
explotadas por mafias que han hecho de la mendicidad un negocio. Reparten con
una furgoneta por la mañana a los mendigos, les dan un móvil y,
los recogen al finalizar su jornada. De algunos sabemos lo que recaudan
diariamente porque hacen el cambio de monedas en un bar cercano.
Esta forma de explotación debería
acabar y son precisamente los poderes públicos los que deben actuar. Debemos
pues, acabar con estas mafias y con el espectáculo de la explotación mediante
la mendicidad.
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