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miércoles, 31 de mayo de 2017

Mayo2017/Miscelánea. EL ARA DEL ALTAR DE LA IGLESIA DE ENCINACORBA.

Piedra del altar de la iglesia de Encinacorba
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EL ARA
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El sacrificio de seres humanos a los dioses parece ser práctica habitual en las antiguas religiones. Particularmente niños y doncellas eran agradables a los ojos de esos dioses. Tenemos noticias de estas prácticas en pueblos y culturas que van de Escandinavia, pasando por los celtas hasta los cartagineses. Pero, es con lo cananeos con lo que se pone de manifiesto de forma más explícita en nuestra cultura bíblica. Los judíos, de origen oriental, chocan con esta práctica cananea de ofrecer el primogénito a los dioses. De ahí viene el episodio de Abraham y su hijo Isaac. En la Biblia se denuncia esta práctica y se sustituye al ser humano por un animal, un cordero. Sin embargo, rasgos de esta práctica quedaron incrustados en la cultura Judeo-cristiana de forma tan evidente como la primogenitura y las primicias, es decir, los primeros frutos del campo o del ganado eran ofrecidos / sacrificados a los dioses (diezmos y primicias).
Hoy nos puede parecer una barbaridad, sin embargo, esta práctica tiene que ver mucho con la monogamia. Es decir, una práctica (especialización) que favorece el desarrollo de hijos más sanos y fuertes. Al desarrollarse la monogamia y por lo tanto tener solamente una mujer para procrear podía producirse el fenómeno de la infertilidad. De ahí que el primer hijo es, prueba primera de una sucesión indeterminada de hijos en la pareja, y por ello se ofrecía a los dioses, en forma de gratitud, sacrificando en el ara al primero.
Menos problemática es la definición del ARA o piedra, sobre la que se realizaba el sacrificio. Rastro de estos altares los encontramos con relativa abundancia. Ya en la actualidad, el ARA o piedra sobre la que realiza el sacerdote el sacrificio de la misa es minuciosamente seleccionada y fue objeto de atención en el último Concilio Vaticano II. Ahora, el sacrificio incruento, se realiza de cara al pueblo de dios. En la fotografía vemos la piedra del altar de la iglesia de Encinacorba. Dicha piedra se encontraba situada en el suelo a la entrada del templo. Cuando se cambió el lugar del altar se sacó de su primitiva posición (a la entrada del templo) y ahora sirve de ara.

Otra de las curiosidades de la iglesia de Encinacorba es una cripta que se encontraba bajo la capilla de la Virgen del Rosario. Allí había (y están todavía) un buen número de freires sanjuanistas enterrados con su hábito, pero mosén Ernesto Valenzuela al hacerse obras de remodelación,  mandó cubrirlos de cemento.