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martes, 8 de marzo de 2016

Marzo2016/Miscelánea. PODEMOS INICIA LOS PROCEDIMIENTOS JUDICIALES PARA QUITARLE A LA IGLESIA CATÓLICA LA CATEDRAL DE JACA.

A LA MESA DE LAS CORTES DE ARAGÓN
Doña Erika Sanz Meliz, Diputada del Grupo Parlamentario Podemos Aragón, de acuerdo con lo establecido en el artículo 191 del Reglamento de las Cortes de Aragón, formula a la Consejera de Educación, Cultura y Deporte, para su respuesta oral ante el Pleno de la Cámara, la siguiente pregunta relativa a la recuperación de la catedral de Jaca como bien de dominio público.
ANTECEDENTES
El 8 de octubre de 2015 se aprobó en esta Cámara una proposición no de ley relativa a la recuperación de la catedral de jaca como bien de dominio público. En su primer punto, dicha proposición establecía que las Cortes Instaban al Gobierno de Aragón a “redactar los informes jurídicos que permitan iniciar, en su caso, los procedimientos judiciales necesarios para anular la inscripción registral de la Catedral de San Pedro de jaca por el Obispado de Jaca y reclamar la titularidad para la ciudadanía aragonesa”.
PREGUNTA
¿Tiene ya en su poder el Departamento de Educación, Cultura y Deporte los informes jurídicos solicitados por el Director General de Cultura y Patrimonio para iniciar los procedimientos judiciales para anular la inscripción registral de la catedral de Jaca por el obispado de Jaca y reclamar la titularidad para la ciudadanía aragonesa.
Zaragoza a 4 de marzo de 2016
 La Diputada
Erika Sanz Meliz
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¡DEJAD EN PAZ LOS TEMPLOS!

El anticlericalismo ha sido una actitud muy aplaudida en España y, a menudo, adobada con mucha y rancia demagogia. Manifestarse anticlerical era signo de progresía y despertaba inmediatamente el aplauso general. Pero, hoy día, no vamos a caer tan fácilmente en ese exabrupto histriónico y letal.
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Una sociedad es civilizada cuando establece y comparte un código de conducta pactado conforme a normas acordadas o determinadas por la costumbre (derecho consuetudinario) y asumidas como positivas (como buenas para el conjunto de la sociedad o de la tribu). Cuando los romanos llegaron a la Península Ibérica, lo mismo que cuando los españoles llegamos a América, llevaron la civilización. En esos momentos la civilización significaba, no hacer sacrificios humanos a los dioses, a unos dioses nacidos de culturas y “civilizaciones” superadas. La sociedad incardinada en religiones, desde sus orígenes, continuó haciendo sacrificios no cruentos. El ayuno, la mortificación, el cilicio, la abstinencia, la limosna, el diezmo, las primicias, etc. Se trataba de ganarse el cielo, pero también de alcanzar un ideal supremo: la comunión con Dios.
Las nuevas religiones nacidas del materialismo histórico también precisan de ritos y de “sacrificios” para aplacar las iras de los líderes supremos (Marx, Lenin, Stalin, Mao…). En Aragón conocemos esta práctica, más y mejor, que en ninguna parte de España. Se trataba de inmolar la vieja religión en el altar del nuevo Dios llamado Progreso y Justicia Social. Entraron desde Cataluña en 1936 y encontraron pronta colaboración entre los que desde aquí aspiraban a lo mismo. Quema de los archivos y registros de la propiedad. Abolición de la propiedad. Fusilamiento de los curas, de los ricos y la traca final… la quema de las iglesias. El viejo templo sirvió durante un tiempo de almacén de la comuna. Una comuna que se prometía a sí misma una era dorada con los bienes de los ricos. Se inmoló en ese altar el cordero pascual y el humo del sacrificio llegó a las narices de los líderes supremos. Olía mal y derramaba sangre por todos los lados. La II República (ante tal disparate) eliminó el Consejo de Aragón y, luego, la dinámica de la guerra dejó ver los restos del naufragio. Hoy se habla del monasterio de Sijena y, aún más, se puede hablar de cientos de pueblos de la mitad oriental de Aragón que todavía conservan las huellas de aquel sacrificio.
Parecía que las aguas se estaban calmando, que la cordura había llegado al hombre. Parecía que habíamos entendido conceptos como religión o grupo humano que practica unos ritos sagrados dentro de un templo destinado a tal fin. Pero todo era fantasía. De nuevo la barbarie nos invade y nos perturba.
Podemos, que es un partido ateo, que no cree en la religión tradicional practicada en España desde el tiempo de los romanos, apetece de la catedral de Jaca. Un contrasentido, una sinrazón. Las iglesias, las catedrales, los templos en general, están hechos (con papeles o sin ellos)  para practicar el culto y, sin culto, sin rito, no tienen sentido, no son nada.
La catedral de Jaca ya es patrimonio de todos y todos lo sentimos así. Del mismo modo que la catedral de Teruel, las de Zaragoza y la de Albarracín. Hasta ahora los Gobiernos han ayudado a su reparación y recuperación como un patrimonio de uso fundamentalmente religioso, pero también bien cultural, que la Iglesia Católica nos ha hecho, milagrosamente, llegar hasta nuestros días.
Haría bien Podemos dedicándose a otros menesteres, como por ejemplo la creación de puestos de trabajo, de riqueza, de buena educación… y no despertando fantasmas de un pasado que ya no queremos repetir y que rechazaremos siempre aunque nos lo evoquen a cada momento.
Mal compañero de viaje se ha buscado el PSOE. Parece que la sensatez les abandona a cada momento pues, día a día, los populistas van señalándonos los perfiles de su intransigencia y de su carácter autoritario y dictatorial.
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