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jueves, 7 de enero de 2016

Enero2016/Miscelánea. MI VIEJO Y QUERIDO BUZÓN DE CORREOS

Acuarela de Pascual Berniz
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MI VIEJO BUZÓN DE CORREOS
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Este año no he recibido más que una tarjeta navideña “como dios manda”, es decir, escrita a mano y metida en un sobre blanco con su dirección, remite correspondiente y, desde luego, con su sello pegado en la parte superior derecha. La persona que me la envía tiene más de setenta (70) años. Todos los años me llega, puntualmente, en estas fechas navideñas a mi viejo buzón de correos. Se trata de un pariente, emigrante en Cataluña, que mantiene una tradición secular. Efectivamente, yo le correspondo de la misma forma, (no hay otra) y bajo al estanco de Sagrario a comprar lo necesario pues, en casa, ya no hay sobres ni sellos disponibles en reserva como los había no hace mucho tiempo. Fuera pues, de mi primo tortajadino pero severamente catalán, ahora, sólo visitan mi buzón con asiduidad dos segmentos de la comunicación bien definidos: “los bancos” y “la publicidad”. Las cartas de “los bancos” las dejo aparte para repasarlas después de las navidades. No quiero cabrearme en fiestas y las abriré un poquito antes de que llegue San Antón y San Sebastián. El resto de publicidad va directamente a la basura, ¡perdón!, al contenedor del papel.
Pero no crean ustedes que “servidor” está en otro mundo, nada de eso… Ahora me comunico y felicito la fiestas por múltiples medios, eso sí, todos electrónicos. Teléfono, Blog, Facebook, SMS, Correo electrónico (Email) o finalmente Whatsapp. ¡Vale! Muy moderno pero todo muy insustancial y banal. Yo, en el fondo, prefiero el método tradicional con sus pausas, sus saludito y su preguntar detalladamente por toda la familia, incluido el gato. Lo cierto es que, con tantos adelantos, la vida moderna te lleva a un estrés innecesario. Porque, vamos a ver… ¿Qué necesidad tengo yo de tantas prisas si, ahora, tengo todo el tiempo del mundo?

He bajado al patio para salir a la calle a dar un paseo y he mirado de soslayo pero con cariño al viejo buzón de correos. Luego he meditado y le he dicho por lo bajico: “Tú nunca me fallarás”. Sin embargo, tu primo el Whatsapp, no hace más de una semana nos dejó bien “colgados”. Gracias buzón.
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ALGO DE LA PUBLICIAD QUE RONDA POR MI BUZÓN
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