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domingo, 6 de diciembre de 2015

Diciembre2015/Miscelánea. LA ILUMINACIÓN DE NUESTRA CIUDAD EN LAS FIESTAS DE NAVIDAD.

Anima la Navidad turolense la iniciativa privada.
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ADIVINA ADIVINANZA (1)
Un platito de avellanas 
que de noche se recogen
y de día se derraman.
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El Ayuntamiento cada día es más parco a la hora de gastar en la iluminación navideña. El argumento es siempre el mismo, hay que priorizar el gasto social. Y me parece bien, sin embargo, estamos creando una tela de araña tan tupida, un marasmo de instituciones, asociaciones, oenegés, tan espeso, que es difícil entender los mecanismos con los que se dota nuestra sociedad para atender al necesitado. Por una parte los Servicios Sociales institucionalizados deberían ser los únicos que dieran solución a los problemas planteados: casa, alimentación y vestido, básicamente, porque educación y sanidad son universales y gratuitas para el que no puede contribuir. Hasta ahí todo correcto.
Una sociedad moderna debe estar fundamentada en la Justicia Social. Sin embargo, la nuestra aparenta estarlo más en la Caridad que en la Justicia. Justicia y Caridad son conceptos antagónicos. La Justicia llega o debe llegar a las necesidades básicas del individuo y, por contra, la Caridad parte de las sobras del rico y deja caer parte de lo suprefluo sin manejar cuales son las necesidades básicas del individuo (en la Caridad no hay control sobre la eficacia de lo dado). En nuestra sociedad, esta dualidad, se ve claramente, lo que hace que muchos individuos se planteen / nos planteemos, seriamente, ¿es necesaria la Caridad?. Además, con la Caridad no hay control finalista, una vez dada la limosna el perceptor puede gastarla en lo que quiera sin que nadie pueda pedirle explicación. También, y esto es preocupante, al dar limosna puede estar financiando a un mafiosos. La Justicia Social, que parte del tributo detraído a los ciudadanos, tiene que tener sentido finalista y control institucional.
La falta de delimitación de conceptos y competencias hace que, rápidamente, aparezca la ingerencia en forma de oenegés de todo signo. El Banco de Alimentos, de nueva creación, con técnicas y prácticas que a mi no me gustan nada. Reparte a diestro y siniestro “palés” de comida no perecedera muchas veces con dudoso criterio. Cáritas, empeñada en subsidiar al Estado, de vez en cuando nos ofrece unas tablas estadísticas aterradoras y a todas luces falsa, pues si así fuera veríamos asaltar las tiendas a diario (cuanto peor, mejor: si hay Caridad no hay Justicia Social). La Cruz Roja, también se ha apuntado durante un tiempo a esta actividad, cuando su finalidad es otra. Si la persona “necesitada” se pasa por las instituciones: la Comarca, la Diputación, la DGA, el Ayuntamiento… le darán un cheque de compra. Yo me encontré varios "vales" perdidos en el Viaducto de Fernando Hué hace ahora unos años. Existe, además, el comedor de transeúntes en el Sagrado Corazón de Jesús y camas en San Nicolás de Barí. A pesar de todo tenemos gente durmiendo en los cajeros (transeunte), por la noche. Pero... cada día menos. Como en Teruel todos nos conocemos, también conocemos a nuestros pobres. Nuestros pobres han desaparecido. ¡Vete tú a saber! dónde estarán. Lo cierto es que por las mañanas llega una furgoneta, o un coche, y va repartiendo pobres por las puertas de las iglesias y por las puertas de los supermercados. Van provistos con un móvil y un bocadillo. Los carteles que portan están ahora, con perfecta caligrafía, salida sin duda de la misma mano. La mayoría son gitanos rumanos que “trabajan” de pobres. Un negocio limpio para su empleador (mafioso) que todos días hacen caja sin costes sociales. Por todo ello, la atención a los necesitados debe estar centralizada y oficializada, evitando así, el intrusismo y la explotación de los pobres. Por otra parte hay que atender a los signos externos de riqueza. Yo no tengo móvil, aunque sí, una televisión en mi casa, solamente una, ¡vamos lo básico! Pero conozco gente, familias, de las que se pasan todas las semanas por estas instituciones “benéficas” y en las que cada miembro tiene móvil, una televisión de plasma en cada habitación, un  parque de vehículos impresionante y además, no declaran ingresos a hacienda. Claro que, así, cuando llegan los niños al colegio con cero euros de ingresos anuales (literal) de los padres, automáticamente los hijos tienen beca de comedor. Otros más honestos, lo pierden. Y es que... no se puede ser pobre y honrado. Personalmente he llegado a la conclusión de que, o la administración arregla este barullo, o no doy ni un euro más de caridad porque, de Hacienda, no me libro. Aquí me siento agraviado, ya que ellos vienen a los mismos bares y restaurantes que yo, mientras que yo, no puedo ir ni a Cáritas, ni al Banco de Alimentos, ni a la Cruz Roja, ni a la Comarca…etc.. etc…
Por ello le pido al Ayuntamiento, la parte proporcional de luz que pago con mis impuestos… Yo también pido: ¡ Un poco de luz en la Navidad turolense, ¡¡¡¡¡ por caridad!!!!!
(1) Solución: los pobres.
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Un bonito escaparate en alusión al aeropuerto de Caudé
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