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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Septiembre2012/Miscelánea. BIBLIOTECA DEL COLEGIO MIGUEL VALLÉS

INFANCIA
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Bajo este título presentaba José Dalmáu Carles un método de aprendizaje de la lectura en dos tomos. El libro está editado en 1954 en los talleres  en los que figura de titular el propio autor. Este método de lectura parece mejor elaborado que los anteriores ya que plantea, al principio, unos objetivos pedagógicos claros en cuanto a la comprensión lectora, tan sustancial hasta nuestros días. Sin embargo no puede sustraerse a la omnipresencia del “Régimen” e incluye temas dedicados a la Patria, al Caudillo y otros a combatir determinados “errores” históricos. A pie de página de cada tema presenta una pequeña batería de preguntas que ayudan a la comprensión del texto y a adquirir conocimientos básicos. Los temas tratados no están agrupados por contenidos y parecen elegidos al azar. A pesar de todo en el libro se observa un vivo interés por los asuntos científicos, los inventos, la cultura clásica, al mismo tiempo que explota aquellos que permitan desarrollar virtudes morales en el alumno.
Estos fueron los libros de nuestra infancia y toda infancia debe ser recordada y recuperada en la medida de lo posible. Pasar un telón negro sobre la etapa del franquismo y no penetrar en las razones de su existencia ni en las vicisitudes acaecidas, nos parece un error. La vida de los millones de personas que vivieron esta época no puede tener como memoria un agujero negro. El mejor conocimiento del franquismo y sus diferentes etapas, sin duda, ayudará a conocer las carencias actuales, los éxitos y los  excesos de la sociedad actual. En este sentido la sociedad española ha sido muy pendular, hemos pasado de un extremo a otro sin solución de continuidad. En el tema sexual había una moral extrema y un tabú total, ahora, sin embargo, no se ha mejorado mucho la educación sexual pero, en cuanto a la práctica, hemos llegado a los 100.000 abortos anuales. De la misma manera se podría hablar de otros aspectos como el anticlericalismo, el patriotismo y el desprecio por la bandera española (menos en el fútbol) etc., etc. Necesitamos, pues, una sociedad más equilibrada y más centrada. Una sociedad dotada de mecanismos que faciliten su equilibrio y eviten los extremismos.
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